martes, 23 de junio de 2020

Reseña: Hot Lunch Special

Hot Lunch Special.

Eliot Rahal y Jorge Fornés.

Reseña de: FJ Arcos Serrano.

Planeta Cómic. Col. Independientes USA | Serie Aftershock. Barcelona, 2020. Título original: Hot Lunch Special. Traducción: Víctor Manuel García de Isusi. 128 páginas. Color.

Planeta nos trae Hot Lunch Special, de Eliot Rahal y Jorge Fornés, bajo el sello Aftershock.

Lo que aquí tenemos es una historia/ciclo de represalias violentas, con importantes capos mafiosos acercándose desde todas las direcciones y donde todo confluye en uno de esos finales épicos y violentos que tanto nos hace disfrutar a todos los amantes del género noir.

La de los Khoury es la típica historia de éxito entre inmigrantes: una familia de libaneses que consigue su porción del sueño americano cuando se convierte en el mayor distribuidor de sándwiches para máquinas expendedoras de la zona norte del Medio Oeste.

Por desgracia, los Khoury han llegado donde están con malas artes y una rama del crimen organizado irlandés de Chicago ha vuelto para recordárselo. Fidelidad, tiros… y los secretos que durante tanto tiempo había ocultado la familia salen a la luz. Ahora, Dorothy, nieta del primer Khoury que se estableció en los Estados Unidos, reunirá a su dividida estirpe para enfrentarse a los irlandeses.

A lo largo de la historia, el conflicto familiar de la familia Khoury se siente auténtico y real, donde la amarga lealtad que trasciende de generación en generación tiene su peso. Vemos como la experiencia de los inmigrantes que se transmite muy específicamente a través de la trama se va tornando cada vez más amenazadora mientras la familia criminal blanca con la que están “unidos” continúa exigiéndoles más por despecho y un fuerte deseo de mantener el dominio, oponiéndose al bienestar y crecimiento de la familia inmigrante.

Conforme avanza la trama, el núcleo emocional de la historia se centra en Dorothy Khoury, hija del patriarca actual y una madre cuya trágica pérdida que sufre en el primer número de este tomo, inicia una  historia de venganza con apuntes ya vistos en otros títulos de similares característica, pero que no deja de ser efectiva a todos los niveles.

Eliot Rahal realiza igualmente un meritorio trabajo en los flashbacks para intentar humanizar a los personajes y ayudar a crear una conexión palpable entre ellos y el lector.

Teniendo en cuenta la naturaleza de la historia que se cuenta, la elección de Jorge Fornés para dar vida a este cómic no podría haber sido mejor. El dibujante entró en el mundo del cómic en el 2014 en un número de Detective Comics para DC y, desde entonces, no ha parado de trabajar en el mercado norteamericano. Respaldado por su aparición en la serie regular de Batman y de Daredevil, hoy en día es uno de los artistas más prolíficos y codiciados de nuestro país en el cómic estadounidense.

La forma en que Fornés usa los diseños y el encuadre para establecer un ritmo constante y excelentemente bien dosificado ayuda a que todo fluya como un reloj suizo, deteniéndose en momentos puntuales en una violencia que capta el brutal caos de cada uno de esos momentos.

Planeta nos trae esta historia en un cuidado tomo en cartoné de similares características que otros tomos de la línea Aftershock, incluyendo para la ocasión las portadas originales de los cinco números americanos de la serie original, bocetos y una introducción por parte de su guionista.

En definitiva: Hot Lunch Special es un sólido relato noir enclavado en el mundo real, que se centra en la dinámica familiar y el respeto por la experiencia de los inmigrantes.

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