(Episodio piloto).
Daniel Cerone / David
S. Goyer.
Reseña de: Alb
Oliver.
Ever After/Phantom
Four Productions / DC Entertainment / Warner Bros. Television.
USA, 2014. Título original: Constantine (TV Series): Pilot.
Creado por Alan Moore
y Stephen Bissete, de casualidad leí su primera aparición en
Swamp Thing, “La cosa del Pantano”, colección que
estaba por casa y hojeé por simple curiosidad. Aparecía en un
capítulo un tipo con una gabardina explicándole a Alec Holland,
el monstruo del pantano, que sus habilidades iban más allá de lo
que creía.
John Constantine,
inglés, mago, farolero y adicto al tabaco se ganó el afecto del
público, y de La Cosa del Pantano pasó a su propia
serie, Hellblazer. Para conocer al personaje, la mejor
palabra para describirlo es “odioso”. Infinidad de secundarios o
personajes que han compartido viñeta con él, le guardan rencor por
algún motivo, habitualmente el que los manipulara en su provecho en
alguna ocasión.
Deberíamos mencionar la
película protagonizada por Keanu Reeves, versión para mi
gusto muy desacertada. Tratamos con un Constantine moreno, con
gabardina negra en lugar de beige y cuya única cosa en común con el
personaje de cómic es que se dedica a investigar lo paranormal.
Siempre he dicho que si se hubiera llamado Juan Smith, el
resultado hubiera sido el mismo, una película entretenida pero sin
el sarcasmo ni la gracia del personaje.
DC Cómics separó
lo que consideraba cómic adulto en su propio sello, la línea
Vértigo, que los “separaba” de la línea superheróica,
dejando The Sandman, Shade o el propio Hellblazer
en un microverso (que se cruzaba ocasionalmente). Recientemente, el
evento Flashpoint reunió ambas líneas junto con el
universo Wildstorm, devolviendo al amigo John al mundo de Supermán
y Batman.
Ahora pasamos a lo que
nos ocupa, el episodio “filtrado” de la serie de televisión. Nos
encontramos a John recluido en el centro Ravenscar, una
institución mental en la que ingresó voluntariamente pretendiendo
alejarse el mundo oscuro que le rodea, pero parece ser que el destino
no quiere que se pre-jubile.
Encomendado a una nueva
misión, podremos ver retazos de su pasado, como el famoso incidente
en Newcastle que le enseñó a John el precio de jugar con la
magia. A partir de ahí, podemos disfrutar de un John Constantine que
parece casi sacado del cómic, con la excepción de que no lo veremos
fumar sus Silk Cut, por lo visto por motivos de campaña
antitabaquismo, pero si nos fijamos, podremos verlo apagar un
cigarrillo en un cenicero. John es famoso por su socarronería y
sarcasmo, cosa que aquí realmente apenas se aprecia, pero llegado el
momento, sí veremos su lado manipulador, lo que da esperanzas para
que la serie sea una buena versión.
Viene siendo habitual en
Arrow o en el propio piloto de Flash el que el
espectador se mantenga atento a la caza de guiños, ya sean evidentes
o de los que puedan pasar inadvertidos. En este caso donde más cosas
he podido encontrar, es en una cabaña de un antiguo compañero, en
la que si se conoce el mundo mágico de DC Cómics, se debería
intentar prestar atención.
Gente con la que he
comentado la serie me dicen que les recuerda mucho a Supernatural,
y razón no les falta, aunque desconocían que en bastantes ocasiones
la serie de Eric Kripke se ha inspirado en elementos del
propio Hellblazer. Otra de las quejas parece ser que el
John de TV no se pega todo el rato soltando sus gracietas. Sí he
encontrado algo de falta de ese humor, vale, pero habiendo leído
“Hábitos Peligrosos” considerada como una de las
mejores historias del personaje, encuentro bastante parecido con la
serie, y en ella precisamente no encontramos a un Constantine
que dedique mucho tiempo a ofender a los demás. Tengo claro que
espero ver esa faceta en los próximos episodios, pero como toma de
contacto no me ha parecido algo demasiado errado.
El aspecto de los
personajes no deja de ser contradictorio, mientras que el de John
me parece un total acierto, tanto físico por el actor elegido como
por la forma de actuar, y en este caso haber podido verlo en versión
original y disfrutar de un acento inglés, no comprendo la elección
del actor de Chas, ni el rol que le otorgan, para mí muy
lejos de un gran secundario.
Quitando los elementos de
cómic, y habiendo visto solo el episodio piloto, creo que es una
serie que se va a dejar ver, y puede dar mucho entretenimiento. No
abusa de efectos especiales y sin embargo la trama, a pesar de
parecer algo simple y clásica (no olvidemos que es un piloto) puede
llegar a embarullarse de muchas formas, todas rodeadas de una
gabardina beige y acento británico.
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